Hay varios modos de comenzar a tomar medidas de ahorro energético en empresas, pero lo primero de todo es la definición de un plan de ahorro energético respaldado por la dirección, que muestre el camino a seguir y motive a los empleados a tomar parte y colaborar en esas medidas de ahorro y reducir así los consumos y el impacto ecológico de la empresa.
Además, es muy importante ofrecer un feedback constante, que motive al grupo a seguir con una postura más verde, ya que, por medio de la monitorización y la medición de los consumos, se puede demostrar la mejora en materia energética.
Y es que, todo aquello que se puede medir, se puede mejorar. Es por eso que la mejor herramienta y amiga a la hora conseguir un ahorro energético en empresas es un software de eficiencia energética que permita ver los consumos, las pérdidas energéticas que penalizan la factura y los correspondientes ahorros obtenidos después del plan de ahorro energético.
Además, algunas obligaciones legales como el RD 56/2016 por el cual, las empresas marcadas en esta normativa tienen la obligación de realizar una auditoría energética, o implementar una plataforma de gestión energética basada en la ISO 50001 exigen un mayor control de los consumos energéticos. Y claro está, de tener que cumplir con una obligación, lo más interesante es sacarle el mayor provecho. De manera que, la utilización de un sistema de gestión energética permite un control constante de los consumos, además de la previsión de estos, pudiendo adelantarse a los acontecimientos, evitando sorpresas y optimizando los consumos.
Y es que, para optimizar la factura energética y tener un ahorro energético en empresas real no hace falta realizar grandes inversiones. Sin ir más lejos, Smarkia es una plataforma que no precisa de altos costes ni tiempos de implementación, al no requerir la instalación de un hardware concreto, ni la adquisición de licencias. De esta forma, apenas se dedican recursos económicos ni tiempo en su incorporación a la actividad diaria. Y el motivo de ello es querer comenzar cuanto antes a reducir la factura energética de la empresa.
La primera forma de ahorro energético en empresas: monitoriza
Una de las primeras medidas que se pueden tomar cuando se monitoriza los consumos energéticos, es poder escoger la potencia contratada en la factura eléctrica que mejor se adapte al consumo real de la entidad. Logrando ya solo con eso un importante ahorro realizar ningún esfuerzo ni desembolso.
Segundo tip: selecciona una tarifa energética adecuada
También, muy relacionada con la anterior, está la selección de la tarifa energética que mejor se adecue a los hábitos de trabajo de la empresa, reduciendo considerablemente la factura. También, claro está, conviene comparar las distintas tarifas entre las múltiples compañías eléctricas para escoger la más barata en ambas. En este punto, nos pueden resultar de utilidad comparadores de tarifas eléctricas disponibles online.
Tercer aliado para el ahorro energético en empresas: el Diagrama de Sankey
La detección gracias a herramientas como el Diagrama de Sankey, de pérdidas energéticas, así como consumos ocultos o anómalos, permite a la organización resolverlos y eliminarlos, cuando de otra manera, sedes conocería que esa es la fuente de pérdidas energéticas y económicas constantemente de la empresa
Cuarto consejo: un buen acompañamiento es el mejor ahorro energético
Aunque las anteriores ideas de ahorro energético en empresas son de lo más útiles, todas han de estar acompañadas de buenas prácticas adquiridas por parte de los integrantes de la organización, de manera que actitudes responsables ante los consumos de la empresa, acompañen y no resten a todos los esfuerzos y medidas que se vayan realizando en el tiempo. Un buen software de gestión energética es clave, pero el mejor ahorro se consigue con la implicación de todos.
Quinta idea de ahorro energético en empresas: modernízate
Las ideas de ahorro energético en empresas que hemos visto hasta ahora apenas requieren inversión recursos, pero aparte de estos ejemplos expuestos, hay muchas otras medidas que a través de ciertas inversiones monetarias y la destinación de diferentes recursos de la empresa, obtienen mejoras energéticas y, con más o menos tiempo, tras la amortización de los recursos destinados, una reducción de costes respecto a la situación inicial.
Un primer ejemplo, y uno de los más habituales, es la modernización de los sistemas de iluminación y climatización, así como los elementos que los gestionan y controlan. Renovando la tecnología actual por otros sistemas más modernos, nuevos, con importantes mejoras y nuevas funciones, más eficientes, habrá una mayor y mejor gestión de estos elementos y los consumos de luz, agua, gas u otros recursos que conlleva su utilización.
Sexto tip: energía reactiva
Compensar la energía reactiva es un aspecto que solucionará errores en factura energética y la penalización de esta, evitando así sanciones innecesarias en la factura eléctrica.
Séptimo consejo de ahorro energético en empresas: estudia tus consumos
El estudio de las instalaciones actuales, monitorizando los consumos de los diferentes elementos. O bien buscando alternativas más modernas, o bien diseñando soluciones tecnológicas que permitan optimizar los consumos de cada elemento y lograr un mayor ahorro energético en empresas.
Como el ejemplo del estudio de los sistemas de calor actuales, sustituyendo aquellas calderas de gasóleo o gas natural convencionales, por soluciones más eficientes, que requieran menores consumos, ofreciendo mejores rendimientos y una mayor eficiencia energética en la empresa
Conclusiones sobre ahorro energético en empresas
Todo ello de manera individual, poco aporta. Pero el control y monitorización de los procesos, así como las variaciones de consumos en base a las medidas que se vayan implantando evitarán actuar a ciegas, pudiendo atajar aquellos puntos que requieran una mayor atención. Además, se podrá motivar a los miembros de la organización al comprobar que los resultados delas medidas tomadas, las nuevas actitudes y las inversiones acometidas, tienen una repercusión positiva que se traduce en menores costes. ¡Buenas noticias para todos!
También se traduce en una menor energía necesaria para realizar la misma actividad, reduciendo las emisiones directas de la actividad normal de la empresa, así como la contaminación y la correspondiente mejora del medio ambiente.
Al fin y al cabo, un buen gestor de energía es el comienzo para lograr un ahorro energético en empresas que traiga consigo todas las ventajas derivadas de ello; económicas, sociales y laborales.
